¿Para qué adoptar?

  • Si quieres adoptar una chica de nuestro proyecto Casa Estudiantil, sepas que le vas a acordar la posibilidad de tener un futuro diferente respecto a lo que la sociedad boliviana tiene planeado para ella. Gracias a tu apoyo, podrá estudiar y darse cuenta de sus derechos, podrá referirse a modelos de mujeres que han tenido éxito profesional en la vida y se han hecho respetar por los hombres.
  • Podrá vivir en nuestra Casa Estudiantil y cursar el instituto secondario superior hasta el diploma. Y al vivir en un ambiente tan acogedor podrá experimentar ese amor y ese modelo de familia, lejos de su historia personal que, a menudo, habla de tragedias familiares, de explotación y de una niñez robada.
  • Además contamos con nuestras chicas para dar un cambio al rumbo de la sociedad boliviana. Ya se han diplomado unas doscientas chicas en estos años que han vuelto a sus comunidades, demostrando cuánto valen.

una adopción es mucho más…

¡Adoptar una niña realmente significa cambiar su vida!

 

 

¿Cuáles son los pasos?

  1. Si deseas adoptar una de nuestras queridas chicas y apoyarla durante su recorrido escolar, escribe a adozioni@colomitalia.org para ponerte en contacto con nosotros.
    Adoptar te va a costar menos de dos euros al día y te permite cubrir los gastos de su alojamiento y su comida durante un año, su material escolar y su matriculación en el instituto secundario superior.
    Además, vas a tener la posibilidad de pagar una cuota cada mes
    Elige en qué apoyarla:
    – con 300€ al año vas a cubrir los gastos de comida y alojamiento.
    – con 600€ al año vas a cubrir los gastos de comida y alojamiento, apoyo psico-educativo, material y tasas escolares, ropa abrigada que necesite.

  2. Te pondremos en contacto con tu aijada a través de una correspondencia por correo electrónico.
    Según cuántos años tienes planeado apoyarla, tu aijada puede ser de primer año o de quinto.

    En seguida el equipo de Colomitalia se hará cargo de tu solicitud y se pondrá en contacto contigo.

  3. Puedes proporcionar
    Toda la cuota en una vez
    Una cuota de 30 euros al mes por 10 meses (300 euros)
    Una cuota de 50 euros al mes por 12 meses (600 euros)


  4. Realiza el pago a tu cuenta bancaria:

    ATENCIÓN: desde el 15/03/2024 hemos cambiado de banco e IBAN!! Ahora los datos son:
    Banco: Banca Credito Cooperativo di Verona y Vicenza
    IBAN: IT71E0880711800000000873054
    A nombre de COLOMITALIA

 

 

¿Qué vas a recibir?

  • SU FOTO. Después de proporcionarnos el primer pago, te vamos a envíar la presentación de tu aijada y su foto.

  • SUS CARTAS. A lo largo del año vas a recibir sus cartas directamente desde la Casa estudiantil a tu correo. Nuestro equipo está disponible para traducir las cartas. Si contestas a sus cartas se puede establecer un buen vinculo que supere las distancias. Puedes enviar tus cartas a adozioni@colomitalia.org,

  • NOTICIAS SOBRE EL PROYECTO. Gracias a nuestra página Facebook y a nuestra página web puedes mantenerte al tanto sobre el proyecto y nuestras iniciativas.

 

Puedes dejar de donar en cualquier momento.

Recuerda, sin embargo, que en lugar de interrumpirla, puedes cambiar el monto o la frecuencia de tu donación y continuar apoyándonos según tus posibilidades: ¡tu contribución es un regalo precioso!

 

Algo más de información

La adopción a distancia no es un simple compromiso económico, que con el tiempo puede implicar a nivel emocional, sino que también puede convertirse en un momento de reflexión personal o familiar sobre el valor de la solidaridad y la apertura a los demás y al mundo, una oportunidad preciosa para Intercambio cultural que en ocasiones cambia hábitos y estilos de vida.

La correspondencia que se inicia entre adoptantes y adoptados de la Casa Estudiantil, además de crear una relación directa entre ellos, pone a los seguidores en contacto con la Casa Estudiantil y las actividades que allí se desarrollan, así como con el contexto sociopolítico de la misma. que funciona.

Al mantener la correspondencia, los padrinos deben tener en cuenta que la diversidad lingüística y sociocultural puede provocar malentendidos, que pueden alimentar falsas expectativas por ambas partes. También hay que subrayar que las chicas no están acostumbradas a la correspondencia (nuestras primeras chicas ni siquiera sabían abrir un sobre) y por tanto pueden parecer repetitivas en sus cartas, y que, en cualquier caso, al menos al principio, necesitan la asistencia de los Educadores para redactar un escrito, y esto conlleva un aumento de trabajo para el personal educativo.

Un dato importante a destacar es que la adopción puede interrumpirse antes de su conclusión natural, es decir, al graduarse la niña, porque la niña abandona Casa Estudiantil prematuramente.

 

En este sentido es importante recordar que:

Las niñas del campamento crecen al aire libre (la «casa» sólo se utiliza para dormir), en total libertad, sin horarios ni limitaciones. No les resulta fácil acostumbrarse a los horarios, reglas, controles y compromisos que caracterizan la vida comunitaria;
crecen en la creencia de que para tener un rol social reconocido por la comunidad rural deben tener hijos lo antes posible, a partir de los 13/14 años;
los padres, aunque inicialmente acepten que sus hijas estén fuera de casa estudiando, muchas veces quieren que regresen para ayudarlas a trabajar en el campo, especialmente en los momentos de mayor compromiso, la siembra o la cosecha;
las niñas que vienen del bosque pueden tener dificultades para acostumbrarse a la altitud y al frío de Colomi;
a veces las niñas tienen que regresar con sus familias, para cuidar a sus hermanitos, porque su madre se enferma o tiene un accidente o se ve obligada a estar todo el día fuera de casa por diversos motivos;
también sucede que se enamoran y deciden cambiar sus planes de vi

Y luego hay algunas chicas (muy pocas, la verdad) que simplemente no logran terminar sus estudios, a pesar del esfuerzo, apoyo y ayuda de las Educadoras de Casa Estudiantil.

Es comprensible la tristeza, la desilusión y la amargura de quienes han «hecho una inversión» no tanto económica sino emotiva y emotiva en una niña cuyo nombre, rostro, historia y a quien han empezado a pensar como «hija».

Sin embargo, si el adoptante no se ve a sí mismo como un «padre» sino como un «apoyador», no sólo de una niña en particular, sino del trabajo en su conjunto, y por tanto de todos los jóvenes, estará más preparado para superar el inevitable momento de desánimo y más ganas de acoger a una nueva niña que igualmente necesita y espera ayuda.